DESPEGAMOS!
Equipaje de Mano guardado, Cinturón de Seguridad ajustado, Respaldo del Asiento en posición vertical… a todo esto le sigue el Anuncio del Capitán:
“Señores Pasajeros los controles nos indican que hay una situación con nuestra aeronave. Mantenimiento tendrá que revisar la misma así es que estaremos demorando nuestra salida hasta que nos den luz verde así es que estaremos parados por algún tiempo. Les iremos informando acordemente. Gracias por su comprensión”. Rugido Colectivo.
Una demora justo antes de partir es una de las peores cosas que te pueden suceder. No puedes pararte y estirar las piernas o caminar por la terminal y comprar una taza de café. La comunicación es inconsistente debido a que la tripulación solo puede compartir lo que les dicen los ingenieros. Un pasajero comienza a quejarse y su frustración resopla por todo el avión.
Hace poco tomé un vuelo demorado. En ese vuelo el piloto se aproximó a los pasajeros por el pasillo de la nave y habló primero con las familias con menores: “¿Quién quiere visitar la cabina?”. Cuando terminó de mostrar la misma a las tres familias que volaría con nosotros, prosiguió con los adultos y así, hasta que llegó el momento de despegar.
Magia pura. Y no costó un solo centavo. “Esto es maravilloso” le comente a uno de los sobrecargos que pasaba por el pasillo. Porque, aun cuando no aceptes la invitación del Capitán (yo estaba trabajando en mi computadora), te contagiabas del entusiasmo de aquellos que sí habían aceptado la invitación. Entonces el sobrecargo prosiguió: “Si y lo hace cada vez que tenemos una demora, ciertamente nos facilita nuestro trabajo”. De esta forma, el Capitán había sistematizado la hospitalidad en sus aviones de una forma simple y sencilla. Podría el haber pasado el tiempo revisando sus mensajes en su celular - como el vecino en el asiento de alado pero decidió usar su creatividad y por qué no, su generosidad, para hacer de los 45 minutos de espera algo mas divertidos y que de paso, nos sintiéramos un poco más y mejor atendidos.
Iniciamos nuestro recorrido!
ECdR